CASTRELOS (Vigo):
Había en Castrelos un herrero que había dejado pasar su juventud sin fijarse en las mujeres pero, de anciano, se encaprichó en una joven muy cotizada por los chicos de la zona. El rico herrero consiguió una joya impresionante pero, al no lograr covencer a la joven, decidió encerrarla en su casa. La muchacha, muy religiosa, le pidió al herrero poder asistir a misa todos los días y éste, al ver que la iglesia estaba frente a su herrería, aceptó. Pero un día, una meiga se le apareció al herrero y le dijo que pronto moriría y su joven mujer encontraría a un joven hombre con quien se casaría. El herrero, invadido por los celos, cogió un hierro ardiente con el fin de deshacer el hermoso rostro de la mujer que se encontraba en la Iglesia de Castrelos orando. Pero Dios,para proteger a la mujer, decidió tapiar la puerta sur de la Iglesia con una pared de piedra que todavía hoy se conserva.
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on 9 jun 2008
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Leyendas
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