Misteriosamente todos los periodicos dejaron de hablar del tema. Nada más se supo. Y hubiera seguido siendo un incidente más, sin trascendencia de no haber sido por la conversación entre Stanton Friedman y el director de una televisión de Luisiana. Un día de 1978, mientras esperaba para ser entrevistado acerca de sus trabajos sobre ovnis, Friedman entabló conversación con el director de la emisora, quien le dijo que debía hablar con un hombre llamado Jesse Marcel.
“Cuando estuvo en el Ejército, Marcel llegó a tocar fragmentos de uno de esos platillos voladores. Ahora vive en Houma, Luisiana.”
Al día siguiente, Friedman se puso en contacto con Jesse Marcel, oficial de información de la RAAF cuando ocurrió el presunto accidente, cerca de Corona, a 120 km de Roswell. Marcel dijo que se le ordenó recoger los restos y entregarlos en Wright Field (Ohio), donde el Ejército almacenaba material capturado al enemigo.
La historia del accidente de Roswell empezó el 2 de julio de 1947, dia en que Mac Brazel oyó una fuerte explosión en plena tormenta. A la mañana siguiente, Brazel, que era el administrador del rancho Foster, situado entre Roswell y la ciudad de Corona, salió a inspeccionar una bomba de agua. Por el camino descubrió una zona de un kilómetro de longitud sembrada de restos de un material que, cuando se doblaba, se volvía a enderezar solo.
También había trozos de lo que más tarde se denominarían “viguetas en I”, que tenían grabados unos extraños símbolos de color azul. Esas viguetas eran tan ligeras como la madera de balsa y n
o podían romperse ni quemarse.
El 6 de junio, Brazel volvió al lugar, cogio los restos que pudo y los entregó al sheriff de Roswell, quien a su vez se los enseñó al comandante Marcel. Éste los examinó y comentó que eran de un material muy extraño y totalmente diferente a lo que había visto.
El parecer de Marcel merecía cierta credibilidad. El jefe de la base de Roswell, William Blanchard, ordenó a Marcel y a Sheridan W. Cavitt, un oficial de contraespionaje, que acompañasen al ranchero hasta el lugar y recogiesen los restos.
“Los restos estaban esparcidos por una superficie inmensa. No eran de algo que se hubiese estrellado o hubiese estallado al chocar con el suelo. Eran de algo que explotó mientras volaba a gran velocidad. Mi opinión como entendido en aviación es que aquello no era un globo meteorológico ni un avión ni un misil”.
El comandante Marcel recibió orden de embarcar los restos del presunto platillo volador en un B-29 y trasladarse con ellos a Wright Field (actual base de Wright-Patterson), en Ohio, haciendo escala en el cuartel general de la 8a. Fuerza Aérea, en Fort Worth (Texas). Se comenzó a dar la orden de que se fuera propagando una historia alternativa, inventada: Hicieron a Marcel posar con restos falsos y anunciando que era todo una equivocacion, y lo que pensaron que era un ovni, era un radar meteorologico.
La limpieza del rancho Foster y de sus alrededores duró una semana, durante la cual se prohibió a Marcel que hablase con nadie. La búsqueda de restos se amplió y, dos días más tarde, se encontró el elemento principal del platillo volador y, a sólo 2km de éste, los cadáveres de unos extraterrestres. Dicen que había cuatro.
Desde enero de 1995, en más de treinta países se han difundido fragmentos de la supuesta autopsia de un extraterrestre. El aspecto del presunto alienígena de la película coincide con las descripciones de algunos testigos oculares, y el cámara afirma haber rodado el reportaje el 31 de mayo de 1947, cerca de Socorro (Nuevo México). ¿Pudo ocurrir un segundo accidente Ovni?